A medida que transitamos la experiencia de vivir una relación, surgen distintas formas, dimensiones y etapas del vínculo afectivo, es decir vamos avanzando y mostrando actitudes e intereses que en un principio se desconocían, lo que va dando espacio a que la relación vaya cambiando, creciendo y evolucionando.
Pero, ¿Qué es el amor?, una pregunta que no es fácil de responder, pues todos tenemos distintas definiciones según nuestra individualidad, formas de vivirlo y expresarlo, por lo que se hace a veces una tarea difícil poder congeniar el mundo interno de cada uno con el concepto de pareja para la construcción de una relación.
Lo que plantea Sternberg sobre el amor es que es una de las más intensas y deseables emociones humanas, que puede llegar a abrumar a cualquiera independiente de la edad. Señala que el amor es el “conjunto de sentimientos, emociones y valores que se encuentran presentes en una relación y que está compuesto por tres elementos fundamentales: la intimidad, la pasión y el compromiso”. También establece que se pueden dar con esta triada diferente tipo de combinaciones que dependen tanto de calidad como cantidad, por su forma refiriéndose al equilibrio del amor, a lo que se tiene concretamente en la relación (realidad), lo que se desea (ideal), como también por las acciones y sentimientos que existen.
(Robert Sternberg)
¿Sabrías identificar los 3 elementos en tu relación hoy?
Es evidente que las relaciones de pareja han ido en constante cambio en el tiempo, que las relaciones que tenían nuestros abuelos, nuestros padres se van alejando, según lo que cada uno estime, de lo que hoy decidimos para construir una relación de amor.
Hoy se percibe la necesidad de encontrar una relación más consciente, accediendo a la posibilidad de deconstruir lo necesario para poder tener una dinámica sana y comprensiva, por ejemplo, a través de una terapia de pareja, por lo que toma relevancia lo importante que es explorar sobre nosotros mismos, conocernos para poder tener claridad que es lo que queremos compartir con el otro en este camino de aprendizajes, con total respeto y responsabilidad, creando un vínculo colaborativo, y así poder disfrutar de lo que se entrega de manera recíproca en este espacio seguro que se vuelve la relación, comunicando desde un “¡qué bien te ves!” hasta un “prefiero no hablar porque estoy molest@” pequeños detalles que provocan sentimientos de amor y conciencia de límites, y se siguen sintiendo bien, aun cuando exista un conflicto.
¿Y PARA TI QUE ES EL AMOR?